Cómo Trabajar con tu Familia y No Morir en el Intento

Todas las mañanas nos vestimos, nos despedimos de nuestra pareja e hijos y abandonamos el calor del hogar para emprender camino a nuestro lugar de trabajo. Luego de pasar todo un día donde la comunicación entre integrantes de la familia se basa en una que otra llamada o un breve intercambio de WhatsApps, volvemos al hogar para charlar de cómo estuvo nuestro día y prepararnos para retornar a la rutina a la mañana siguiente.
Y bueno, hoy estamos acá para ayudar a aquellas personas que pasan todo el día con su familia. Queremos darles un respiro y algunos consejos a los valientes individuos que trabajan con integrantes de su familia. Sabemos que no es fácil, pero ahora les entregamos más de un tip que les será útil para sobrellevar, sobrepasar e incluso valorar el hecho de trabajar con alguien de la familia.
Separar lugares
No te lleves los problemas de la oficina a la casa. Intenta ver a tu hermano, novia, esposo o padre en su rol fraterno, fuera de las paredes de la oficina. Mientras estén en horarios o instancias de trabajo, es positivo mantener los roles claros y establecidos, asignando y aceptando el orden jerárquico que se estableció en un comienzo.
Las reuniones de trabajo, en el trabajo. Los temas domésticos, en la casa. Haz todo lo posible por no mezclar estos dos mundos y por mantener una identidad, actividades e identificación propia, para así seguir teniendo temas de conversación y evitar los silencios incómodos y las discusiones innecesarias.
Al fin y al cabo, la paz de los almuerzos de los Domingos no se tiene porque ver interrumpida por una charla que haga referencia a la última factura por pagar.

Escudo Emocional
Aprende a no tomarte las cosas de forma muy personal. Intenta construir un muro desechable, para que lo puedas usar durante las horas de trabajo y desecharlo al salir. A veces, escuchamos comentarios de nuestros jefes o compañeros de trabajo que nos pueden pasar a llevar y cuando este personaje es parte de nuestra familia, aquellos comentarios pueden causar reacciones que están lejos de lo agradable.
Parte de separar lugares es separar emociones. Toma las cosas entendiendo el contexto en el que están siendo planteadas. Es importantísimo ser capaces de proteger nuestras susceptibilidades ante episodios que, como en todo lugar de trabajo, pueden ser causantes de estrés; más aún cuando hay familia involucrada.
Confianza
Y como en todo aspecto de nuestra vida, nada puede ser tan malo. Uno de los factores más importantes, trascendentales y positivos de trabajar con la familia es la confianza. Nos podemos ir tranquilos de vacaciones y sabremos siempre, que el negocio está en buenas manos. Si alguien tiene que firmar facturas o boletas, sabremos que terminarán (en la mayoría de los casos) en buen puerto.
Es complejo ganarse la confianza de nuestros compañeros de trabajo. Generar una relación de confianza absoluta demora años, pero cuando nuestro socio o jefe es nuestro padre, hermano o esposa, las cosas comienzan desde el principio, con una mirada más cómoda y relajada. Si medimos bien el relajo, ésta confianza se puede transformar en el factor más positivo de tener un negocio familiar.

Actividades extra programáticas
Planea cosas con tu socio/familiar que no estén relacionadas al trabajo. Salgan y regálense un buen rato, un momento agradable. Es importante generar un quiebre del trabajo a la vida personal. No te descuides a ti mismo. Si puedes hacer algo sólo o con tus amigos entre el trabajo y la casa, hazlo. De esta manera, podrás tener temas de conversación más variados, aire y un espacio para ti y sólo para ti.
