Ponte a Prueba: ¿Tienes lo que se necesita para ser el dueño de un negocio exitoso?

Tienes una gran idea de negocio. Ya creaste el diseño del negocio, la estrategia de marketing y el plan financiero. Este nuevo negocio tuyo no puede fallar.
Pero espera. ¿Tomaste en cuenta alguna vez que, quizás, el eslabón más débil en tu plan podrías ser tú mismo?
No menos importante que las grandes ideas de negocio son las personas reales que llevarán estas ideas del papel a la vida real. De hecho, tu personalidad juega un papel muy importante al determinar si tu negocio va a sostenerse sobre sus propios pies o, simplemente, va a tambalear.
¿Pero cuáles son las cualidades que distinguen a los grandes propietarios de negocios de otras personas?
Vamos a rastrear la anatomía de los grandes propietarios de negocios:

¿Qué tienes que tener para ser un dueño ganador y exitoso?
Agilidad y rapidez en la toma de decisiones: Demostrar un fuerte sentido de liderazgo es importante incluso en los equipos pequeños de trabajo. Los dueños de negocios tienen que demostrar que son capaces de tomar decisiones difíciles en una base diaria. Escuchar los consejos y mantener una mente abierta es grandioso, pero al final del día, se trata de tus decisiones como propietario de un negocio lo que va a establecer el orden del día a día.
Creatividad: En el mundo profesional, los visionarios no son ingenuos. Son pensadores innovadores que tienen la capacidad de pensar fuera de lo común y ver las soluciones que otras personas no pueden. La intuición creativa es esencial para establecer las bases de un negocio exitoso – grandes ideas y soluciones únicas que están empaquetadas con la marca de una manera inteligente.
Audacia: Tienes que ser una persona que tome algunos riesgos para pensar acerca de cómo iniciar un pequeño negocio. Si siempre vas a lo seguro te perderás oportunidades para crecer y sobresalir. Recuerda que la audacia no significa ser temerario. Como dueño de un negocio, de ti se espera que pienses las cosas y tomes riesgos calculados y estratégicos.
Entusiasmo: Si no estás entusiasmado con tu negocio, no esperes que nadie lo esté. La gestión de una empresa es una tarea difícil que puede hacerte decaer fácilmente si no mantienes los niveles de energía altos y te mantienes enfocado en tus metas.
Ingenio: Nada en la vida y en los negocios va nunca exactamente de acuerdo al plan. Pensar rápido y reaccionar a situaciones impredecibles son características esenciales para operar un negocio sin problemas. No hay que esperar saberlo todo de antemano, pero sí estar preparado para improvisar cuando sea necesario.

Honestidad: Sé honesto con tus clientes, con tus proveedores, con tus empleados, y también – ser honesto contigo mismo. No establezcas metas y plazos que no sean realmente alcanzables, y no pierdas tiempo en ventas a clientes y socios de un producto que no puedes proporcionarles. La mejor manera de acercarte a la marca y al marketing es decidir lo que tu empresa puede hacer (y lo que no) y luego hacerlo de la mejor manera posible.
Sociabilidad: No necesitas ser un charlatán o el mejor amigo de todo el mundo para dirigir un negocio con éxito, pero sí es necesario tener un sentido desarrollado de la forma de comunicarse con la gente. Como propietario de un negocio, te encontrarás en contacto con una gran variedad de personas, y querrás que todos ellos piensan bien de ti como profesional y como persona accesible.
Dedicación: El funcionamiento de un negocio no es una tarea que se puede hacer a la mitad. Debes estar preparado para dedicar grandes cantidades de tiempo y esfuerzo en mantener la operación funcionando. Trata de optimizar tus horarios de manera que no interfieran con el equilibrio trabajo-vida personal, pero asegúrate de que permaneces centrado en los logros diarios, semanales y mensuales de tareas que estableciste para ti.
Estrategia: Los dueños de negocios no tienen el lujo de vivir en su totalidad en el momento. Una parte de ti siempre tendrá que prepararse y planificar para escenarios futuros. ¿Ya sabes cómo un buen conductor mantiene sus ojos en la carretera? Así es como tienes que pensar en tu modelo de negocio.
Flexibilidad: Cuando todo está dicho y hecho, te encontrará de vez en cuando ante una situación que requiere de pensamiento práctico, y en estas situaciones hay que ser capaz de mostrar pragmatismo. No le vas a hacer a tu negocio ningún favor si te atienes a los planes originales que no se corresponden con la realidad. Al interactuar con los clientes, contratistas, socios potenciales y así sucesivamente, serás más apreciado si demuestras flexibilidad que si tercamente intentas probar un punto sin bases que lo sustenten.
