- Danae Salinas Islas

- 29 sept
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 23 oct

¿Alguna vez has tenido la imagen perfecta para tu sitio web, pero el estilo no coincide con tu marca? Te entendemos. Cambiar el color de una imagen puede transformar completamente el aspecto de tu contenido visual y hacer que encaje perfectamente con tu identidad de marca.
Además del ajuste de colores, los filtros para fotos permiten modificar el tono, la iluminación y el estilo de tus fotos de manera rápida, aportando coherencia visual y un acabado profesional sin necesidad de conocimientos avanzados de diseño.
Este proceso solía requerir conocimientos avanzados de diseño, pero ahora existen herramientas que simplifican editar una foto. En este artículo veremos paso a paso cómo cambiar el color de una imagen manteniendo su calidad original.
Resumen rápido
Cambiar el color de una imagen sin perder calidad es más sencillo de lo que parece. Con las herramientas correctas y siguiendo los pasos adecuados, puedes personalizar tus imágenes para que coincidan perfectamente con tu marca.
Puntos clave:
Elige la herramienta correcta según tu nivel de experiencia
Siempre trabaja con una copia de la imagen original
Usa editores básicos para cambios simples y programas profesionales para modificaciones complejas
Guarda tu imagen en formato PNG para mantener la transparencia
Ajusta la saturación y el brillo para resultados más naturales
Evita cambiar colores múltiples de una vez
Utiliza capas para tener mayor control del proceso
Cómo cambiar el color de una imagen
Modificar los colores de una imagen requiere seguir un proceso estructurado que garantice resultados profesionales. Cada paso es importante para mantener la calidad original mientras logras el efecto deseado.
Elige la herramienta correcta
Seleccionar el programa adecuado determina tanto la facilidad del proceso como la calidad del resultado final. Para cambios simples como ajustar el tono, los editores básicos funcionan perfectamente. Sin embargo, si necesitas precisión absoluta o trabajas con imágenes complejas, considera programas profesionales.
Una opción práctica y accesible es Wixel, que ofrece filtros para fotos que permiten dar un toque artístico a tus imágenes en segundos. Con estos efectos visuales puedes transformar fotos genéricas en imágenes llamativas de manera rápida, manteniendo la calidad y adaptándolas al estilo que deseas proyectar.
Haz una copia de tu imagen
Antes de realizar cualquier modificación, duplica el archivo original y guárdalo. Este paso te protege contra errores irreversibles y te permite experimentar libremente con diferentes opciones de color.
Ajusta el color de tu foto
Para ajustar el color de tus fotos, puedes optar por un editor de foto básico, ideal para cambios rápidos y sencillos, o un programa profesional, que ofrece mayor precisión y control para resultados más realistas.

Con un editor de foto básico:
Los editores básicos utilizan herramientas de "Tono y Saturación" que permiten modificar colores específicos sin afectar otros elementos de la imagen. El proceso puede variar según el editor que uses, pero en la mayoría encontrarás herramientas similares. Generalmente, los pasos son:
Abre tu foto en el editor: Carga la imagen en tu programa o aplicación de edición. Asegúrate de trabajar con una copia del archivo original para no perder la versión sin editar.
Accede al menú de ajustes o filtros: Busca la herramienta “Tono y Saturación” (o una opción equivalente en tu editor). Suele encontrarse en la sección de “Ajustes de color” o “Filtros básicos”.
Selecciona el color que quieres modificar: Cuando trabajas con la herramienta de Tono y Saturación, lo más recomendable es enfocarte en cambiar solo el color que te interesa. Modificar todos los colores de la imagen al mismo tiempo puede afectar tonos que no deseas alterar, como la piel, el fondo o elementos cercanos, generando un efecto artificial y poco natural.
Para facilitar el proceso, muchos editores incluyen filtros predefinidos que ya ajustan los tonos de manera automática y armoniosa.
Si prefieres un control más preciso, la mayoría de los editores te dejan elegir un color concreto (por ejemplo: rojos, azules o verdes). Selecciona el que quieras cambiar.
Ajusta el tono: El tono determina el color que se ve en tu imagen. Cuando modificas el tono, cambias la apariencia del color seleccionado hacia otros colores del espectro. Por ejemplo, un rojo puede volverse más anaranjado, rosa o incluso púrpura según cómo deslices el control.
Para ajustar el tono, mueve el control deslizante hasta que veas que el color alcanza el matiz deseado. Desliza poco a poco y fíjate en cómo cambia la imagen. Si el cambio se ve muy extraño, vuelve un poco atrás hasta encontrar un tono natural. Observa siempre toda la imagen mientras ajustas el tono, no solo la zona que seleccionaste, para asegurarte de que el cambio armonice con el resto de los colores.
Regula la saturación: La saturación controla la intensidad o vividez de un color. Mientras que el tono define qué color ves (rojo, azul o verde), la saturación determina si ese color se ve vivo y brillante o apagado y suave.
Desliza el control de saturación para decidir qué tan intenso se verá ese color. Es recomendable hacerlo gradualmente, ya que un aumento excesivo puede hacer que la imagen se vea artificial o poco natural, mientras que una saturación muy baja puede hacer que los colores pierdan impacto y se vean planos. Si estás trabajando con fotos de personas, ten cuidado con la saturación de la piel; demasiado puede hacer que los tonos se vean irreales.
Guarda tu foto: El formato de archivo determina tanto la calidad como la compatibilidad de tu imagen modificada. Para imágenes con fondos transparentes, usa formato PNG que mantiene la transparencia y ofrece compresión sin pérdida. Para uso web, considera el formato JPG que reduce significativamente el tamaño del archivo manteniendo calidad aceptable. Ajusta la calidad de compresión según el uso final de la imagen. Para impresión, mantén la máxima calidad posible. Para web, busca el equilibrio entre calidad visual y velocidad de carga.
Para obtener resultados naturales, realiza cambios sutiles y revisa constantemente el resultado. Los cambios drásticos pueden crear efectos artificiales que afecten la credibilidad visual de tu marca.
Con un programa profesional:
Los editores avanzados ofrecen más herramientas que permiten cambios de color precisos. Esto significa que puedes modificar colores sin afectar permanentemente la imagen original y lograr un resultado más realista.
Abre tu foto y duplica la capa: Antes de empezar, abre la imagen y duplica la capa principal. Esto te permitirá trabajar de forma segura y mantener intacta la versión original.
Selecciona el color que quieres cambiar: En editores profesionales la selección del color es mucho más precisa que en editores básicos, lo que te permite cambiar solo lo que deseas sin afectar otras áreas de la imagen.
Por ejemplo, la función de selección por rango de color permite seleccionar todos los píxeles dentro de un rango de tonos específico, ajustando la tolerancia para incluir solo los colores deseados y evitar áreas no deseadas. Otra opción son las máscaras de selección, que te permiten “pintar” sobre la zona que quieres modificar, suavizando bordes y corrigiendo detalles sin afectar la imagen original. También puedes usar los canales de color para aislar tonos complejos o mezclados, o la herramienta de gotero para tomar directamente un color de la imagen y crear la base de tu ajuste.
Crea una capa de ajuste de tono/saturación: En editores profesionales lo más seguro es usar una capa de ajuste de tono/saturación, ya que permite modificar colores sin afectar la imagen original.
Una vez creada la capa de ajuste, puedes aplicarla únicamente a la selección que hiciste previamente, de manera que solo el color deseado se vea afectado. Además, estas capas incluyen máscaras que permiten refinar la aplicación del ajuste: puedes pintar sobre la máscara para ocultar o revelar partes del efecto, suavizar bordes y asegurar transiciones naturales entre colores.
Refinamiento final: Después de ajustar el tono y la saturación, es importante revisar y perfeccionar los detalles para lograr un resultado natural y profesional. Examina los bordes de la selección y suavízalos si es necesario usando la máscara de la capa o herramientas de difuminado, evitando transiciones bruscas entre el color modificado y el resto de la imagen. Ajusta la luminosidad o el brillo del color si parece demasiado oscuro o claro en comparación con su entorno. Observa la imagen completa y compárala con la versión original para asegurarte de que los cambios se vean realistas y armoniosos.
Guarda tu trabajo: Finalmente, guarda tu trabajo. Nunca guardes solo en JPG o PNG, porque esos formatos aplanan todas las capas y no podrás modificar los ajustes después. Guarda tu trabajo en un formato editable que conserve las capas, por ejemplo PSD si utilizas Photoshop.
Consejos al cambiar el color de una imagen
Lograr cambios de color profesionales requiere atención a ciertos detalles técnicos que marcan la diferencia. Estos consejos te ayudarán a obtener resultados más naturales y convincentes.
Trabaja con buena iluminación: Las imágenes bien iluminadas responden mejor a los cambios de color
Ajusta gradualmente: Los cambios sutiles se ven más naturales que las modificaciones dramáticas
Considera las sombras: Ajusta también las sombras para mantener la coherencia visual
Usa capas de ajuste: Permiten modificaciones posteriores sin afectar la imagen original
Guarda múltiples versiones: Conserva diferentes variaciones para usar según la necesidad
Errores comunes al cambiar el color de una imagen
Conocer los errores más frecuentes te ahorra tiempo y garantiza resultados profesionales. Estos problemas suelen ocurrir cuando se intenta acelerar el proceso o se pasan por alto detalles importantes.
No hacer respaldo del original: Siempre conserva una copia sin modificar
Cambiar todos los colores simultáneamente: Modifica un color a la vez para mayor control
Ignorar la iluminación: Los reflejos y sombras también necesitan ajustes
Usar tolerancia muy alta: Puede seleccionar áreas no deseadas
Comprimir demasiado: Mantén un equilibrio entre calidad y tamaño de archivo
Preguntas frecuentes sobre cómo cambiar el color de una imagen
¿Puedo cambiar el color de cualquier imagen?
Sí, aunque los resultados varían según la complejidad y calidad original de la imagen. Las imágenes con colores sólidos y buena resolución ofrecen mejores resultados.
¿Se pierde calidad al cambiar colores?
No necesariamente. Usando las herramientas correctas y guardando en formatos apropiados, puedes mantener la calidad original de la imagen.
¿Qué formato es mejor para guardar la imagen modificada?
PNG para imágenes con transparencia o cuando necesitas máxima calidad. JPG para uso web cuando el tamaño del archivo es prioritario.
¿Puedo deshacer los cambios después?
Solo si trabajas con capas de ajuste o conservas el archivo original. Por eso es importante hacer una copia antes de comenzar.
¿Necesito software caro para obtener buenos resultados?
No necesariamente. Herramientas gratuitas ofrecen funcionalidades suficientes para la mayoría de proyectos empresariales.
Conclusión
Dominar el arte de cambiar colores en imágenes te proporciona una herramienta poderosa para mantener la coherencia visual de tu marca. Este conocimiento te permite personalizar contenido visual sin depender de diseñadores externos, ahorrando tiempo y recursos.
Recuerda que la práctica perfecciona la técnica. Experimenta con diferentes herramientas y métodos hasta encontrar el flujo de trabajo que mejor se adapte a tus necesidades específicas.



