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Tipos de empresas y factores a considerar al elegir uno de ellos

Danae Salinas Islas

tipos de empresas

Al emprender un negocio, es normal emocionarte con tareas como crear tu página web empresarial o tu logo. Pero hay un paso crucial que a veces pasa desapercibido: elegir el tipo de empresa adecuado.


¿Por qué es tan importante? Porque el tipo de empresa que elijas afecta directamente los impuestos que pagarás, tus responsabilidades legales, cómo administrarás tu negocio y hasta los beneficios que podrás ofrecer a tus empleados. Esto no es solo un trámite, es una decisión que puede marcar la diferencia en el éxito de tu negocio.


Si estás emprendiendo solo, con un pequeño equipo o planeas crecer rápidamente, necesitas conocer las opciones disponibles. Por ejemplo, en algunos países puedes optar por ser autónomo, crear una sociedad o formar una empresa limitada. Cada opción tiene ventajas y desventajas dependiendo de tus objetivos y la naturaleza de tu negocio.


En este artículo te explicamos de forma simple los tipos de empresas que existen, sus beneficios y cómo elegir el que mejor se alinee con lo que buscas. 



Tipos de estructuras empresariales




  1. Tipos de empresas según el sector


Las empresas pueden categorizarse según el sector en el que operan. Es útil saber en qué sector se encuentra tu negocio, ya que esto puede orientarte sobre el mercado, las regulaciones y las oportunidades para crecer tu negocio.


  • Sector primario: Se centra en recursos naturales y materias primas, como la agricultura, la pesca y la minería. Si tu negocio maneja materias primas como cultivos o minerales, está en esta categoría.


  • Sector secundario: Incluye manufactura y producción, donde las materias primas se transforman en productos terminados, como textiles, maquinaria o alimentos procesados. Si fabricas muebles, productos horneados o ropa, estás en el sector secundario.


  • Sector terciario: Se enfoca en servicios o distribución de bienes, como comercio minorista, hotelería y salud, además de servicios profesionales como contaduría o consultoría. Si tu negocio ayuda directamente a los clientes o provee conocimiento especializado, este es tu sector.


  • Sector cuaternario: Se dedica al conocimiento y la especialización. Las empresas de tecnología, investigación, educación o planificación financiera pertenecen a este sector. Si tu negocio ofrece innovación o asesoría, aquí pertenece.



  1. Tipos de empresas según el tamaño


Generalmente, el tamaño de las empresas se clasifica en pequeñas, medianas y grandes. Aquí tienes una explicación rápida para entender dónde podría encajar tu negocio:


  • Pequeñas empresas: Usualmente dirigidas por individuos o familias, con menos empleados e ingresos más bajos. Piensa en tiendas locales, freelancers o startups online. Si tu equipo es pequeño y estás muy involucrado en las operaciones diarias, probablemente estés en esta categoría.


  • Empresas medianas: Son un poco más grandes. Tienen más empleados e ingresos mayores, pero conservan una dinámica de equipo cercana. Entre ellas se incluyen fabricantes regionales o empresas de servicios que crecen de manera constante.


  • Grandes empresas: Corporaciones grandes con ingresos significativos, equipos amplios y operaciones que pueden abarcar varias ubicaciones o incluso ser internacionales. Generalmente tienen cientos o miles de empleados y una estructura más compleja.


¿Cómo encajan las Pymes aquí?


En muchas regiones, las empresas de menor envergadura se denominan PYMES (Pequeñas y Medianas Empresas). Este término se refiere específicamente a microempresas, pequeñas y medianas empresas. Las microempresas, en particular, son las más pequeñas, a menudo con menos de 10 empleados e ingresos modestos, mientras que las pequeñas y medianas empresas encajan en las categorías descritas anteriormente.



  1. Tipos de empresas según el alcance de las operaciones


Entender el alcance de tu negocio te ayuda a definir hasta dónde quieres llegar con tus productos o servicios. Para elegir el mejor alcance, piensa en tus metas y en los recursos que tienes ahora. Empieza pequeño y crece de manera ordenada. Cada tipo de alcance tiene sus propias oportunidades y desafíos, así que elige el que mejor se ajuste a tu mercado y objetivos. 


  • Negocios locales: Atienden a clientes dentro de una ciudad, pueblo o comunidad específica. Piensa en tu cafetería de barrio, una pequeña tienda minorista o un plomero local. Estas empresas dependen de las relaciones personales, los clientes recurrentes y las recomendaciones de boca en boca. Si te enfocas en construir conexiones fuertes en tu área y convertirte en un servicio de referencia, mantenerte local podría ser perfecto.


  • Negocios nacionales: Expanden su alcance para atender a clientes en todo un país. Esto podría incluir cadenas minoristas o proveedores de servicios que operan en varias ciudades. Manejar un negocio nacional normalmente requiere más recursos como logística, marketing y cadenas de suministro más grandes, pero también te permite llegar a una audiencia mayor. Si imaginas llevar tu negocio más allá de tu ciudad natal, este podría ser tu próximo paso.


  •  Negocios internacionales: Llevan las cosas al siguiente nivel al ofrecer productos o servicios en múltiples países. Por ejemplo, podrías vender productos artesanales a clientes en el extranjero mediante plataformas de comercio electrónico. Para tener éxito a nivel internacional, necesitarás enfrentar desafíos como cambios de divisas, logística de envíos y diferencias culturales. Es un compromiso mayor, pero abre la puerta a mercados completamente nuevos.


  • Negocios transnacionales: Operan a nivel mundial, pero adaptan sus productos o servicios a países específicos. A diferencia de los negocios internacionales, ajustan su enfoque para satisfacer gustos, estilos o necesidades locales. Por ejemplo, una cadena de comida rápida global podría ofrecer alimentos únicos en diferentes países. Este enfoque requiere mucha flexibilidad y experiencia local, pero permite a las empresas conectarse profundamente con audiencias diversas mientras mantienen una presencia global.



  1. Tipos de empresas según la estructura legal


Elegir la estructura legal adecuada es una decisión crítica al comenzar un negocio. Cada estructura tiene beneficios, responsabilidades e implicaciones fiscales específicas, por lo que es esencial encontrar una que se ajuste a tus necesidades. 


  • Empresas unipersonales: Es la estructura más simple y económica, ideal para freelancers, consultores y pequeños empresarios. Es un negocio no corporativo, propiedad de una sola persona, con beneficios declarados en impuestos personales lo que simplifica la contabilidad. Sin embargo, el propietario es personalmente responsable por todas las deudas y problemas legales, lo que pone en riesgo los bienes personales. Es más adecuada para negocios con bajos costos iniciales y sin socios adicionales.


  • Compañía de responsabilidad limitada (Limited Liability Company, LLC): Ofrecen protección contra responsabilidad y beneficios fiscales; combinan lo mejor de las corporaciones y las empresas unipersonales. Los propietarios (llamados miembros) no son personalmente responsables de las deudas de la empresa, y las LLC no presentan impuestos separados. A diferencia de las corporaciones, no emiten acciones, pero ofrecen participaciones a los miembros, quienes pueden gestionar la empresa o supervisar operaciones como un directorio. 


  • Sociedades: Como su nombre indica, surgen cuando dos o más personas inician y gestionan un negocio juntas, compartiendo beneficios y responsabilidades. Son fáciles de configurar ya que no requieren una entidad legal separada, lo que las hace económicas y accesibles para comenzar. Al igual que las empresas unipersonales, las ganancias se transfieren directamente a los socios y se gravan como ingresos personales. Hay tres tipos de sociedades, cada una con sus propios pros y contras, y es crucial tener un acuerdo de sociedad para definir claramente roles, responsabilidades y distribución de ganancias.


  • Sociedades generales (General Partnership, GP): Ideales si deseas compartir responsabilidades, beneficios y riesgos por igual con tus socios. Todos los socios tienen voz y voto igualitario en las decisiones y son igualmente responsables de deudas o problemas legales, incluso si son causados por un socio. Si un socio se retira, el negocio podría disolverse. Las GP son comunes en servicios profesionales como estudios de arquitectura o agencias publicitarias, o en negocios que necesitan fondos iniciales conjuntos, como restaurantes o galerías de arte.


  • Sociedades limitadas (Limited Partnership, LP): Incluyen un socio general que gestiona el negocio y asume la responsabilidad total, y un socio limitado (o “socio silencioso”) que invierte dinero, pero no maneja las operaciones diarias. Los socios silenciosos solo arriesgan su inversión inicial y obtienen una parte de las ganancias. Las LP son fáciles de establecer e ideales para proyectos a corto plazo como producciones cinematográficas, bienes raíces o capital privado, donde se necesita una inversión significativa.


  • Sociedades de responsabilidad limitada (Limited Liability Partnership, LLP): Cada socio tiene responsabilidad limitada incluso si ayuda a gestionar el negocio. Comparten ganancias, pero no son responsables de las deudas de la empresa ni de los errores de otros socios. Las reglas para las LLP dependen de la región y, a veces, solo los profesionales licenciados como doctores o contadores pueden crearlas. Las LLP permiten a los profesionales dividir costos y ganancias mientras se protegen de los errores de otros.


  • Corporaciones: Son entidades legales separadas de sus propietarios, con reglas, impuestos y responsabilidades propias. Los propietarios y los inversores no son responsables personalmente de las deudas o acciones de la corporación, lo que reduce el riesgo. Sin embargo, esta protección viene con más complejidad, incluidas regulaciones estrictas y papeleo adicional, sin importar el tamaño de la empresa.


  • Organizaciones sin fines de lucro: Aunque se llaman corporaciones porque deben registrar documentación oficial con el estado, son diferentes de las empresas comunes. Para convertirse en una organización sin fines de lucro, ésta debe cumplir ciertos requisitos. Una vez aprobada, no paga impuestos federales sobre la renta y puede solicitar subvenciones y recibir donaciones.


  • Cooperativas: Son corporaciones únicas de propiedad de sus clientes, empleados o ambos. No tienen accionistas ni emiten acciones. Los beneficios solo se gravan como ingresos personales, y cada miembro tiene el mismo voto, a diferencia de las corporaciones tradicionales donde los ejecutivos tienen más poder. Aunque la toma de decisiones puede ser lenta, las cooperativas suelen estar impulsadas por metas sociales.


  • Empresas conjuntas: Son acuerdos formales entre empresas para colaborar en un proyecto específico mientras mantienen su independencia. Esto permite a los socios compartir recursos y avanzar rápidamente en metas comunes. Es esencial planificar claramente: definir roles, costos, responsabilidades y una estrategia de salida para evitar conflictos.

 


  1. Tipos de empresas según la cuota de mercado


Las empresas pueden agruparse en cuatro tipos principales en función de la porción del mercado a la que atienden, lo que puede ayudarte a entender cuánta influencia tienen y con quién compiten.

 

  • Primero, están las empresas líderes de mercado. Estas empresas tienen la mayor parte del mercado y marcan la pauta para los demás. A menudo lideran las tendencias, los precios y la innovación. Piensa en grandes marcas mundialmente reconocidas a las que otros admiran.


  • Después están las aspirantes. Son empresas que compiten estrechamente con las líderes. Aspiran a una porción mayor del mercado y a menudo utilizan estrategias como precios más bajos, productos únicos o un marketing audaz para destacarse.


  • Luego están las empresas de nicho, que se centran en atender a un grupo específico de clientes o en abordar una necesidad única en el mercado. En lugar de intentar atraer a todo el mundo, se ganan a sus seguidores siendo especialistas en su área. 


  • Por último, están las empresas seguidoras, que son empresas más pequeñas que adoptan un enfoque más constante. Se ciñen a los estándares probados del sector y aspiran a mantener su negocio en lugar de perturbar o liderar el mercado. Se centran en la estabilidad y la constancia.



  1. Tipos de empresas según las fuentes de capital


Generalmente, hay tres formas principales en las que las empresas obtienen capital: autofinanciamiento, financiamiento por deuda y financiamiento por capital. 


  • Empresas autofinanciadas: Dependen de los ahorros personales del propietario o de reinvertir las ganancias del negocio. Esta opción te permite mantener el control total de tu empresa, ya que no estás pidiendo dinero prestado ni cediendo participación accionaria. Sin embargo, debido a que el financiamiento depende totalmente de lo que tengas disponible, podría limitar la rapidez con la que puedes crecer.


  • Empresas financiadas por deuda: Utilizan préstamos o créditos de bancos, instituciones financieras o prestamistas privados para financiar sus operaciones. Con esta opción, mantienes la propiedad total de tu empresa, pero debes devolver el préstamo, a menudo con intereses. Este enfoque puede ayudar a tu negocio a crecer rápidamente, pero también conlleva un riesgo financiero si no generas suficientes ingresos para cubrir los pagos.


  •  Empresas financiadas por capital: Obtienen fondos al ofrecer participación accionaria a inversores a cambio de su capital. Esto es común en startups que buscan financiación a través de firmas de capital de riesgo, inversores ángeles o incluso crowdfunding. El financiamiento por capital proporciona recursos financieros significativos sin la presión del reembolso, pero significa compartir la toma de decisiones y las ganancias con los inversores.



  1. Tipos de empresas según la organización laboral


Cuando piensas en cómo se organiza el trabajo en diferentes tipos de empresas, hay tres estructuras principales a considerar. 


  • Empresas unipersonales: Están dirigidas por una sola persona que se encarga de todas las operaciones del negocio. Si estás manejando un pequeño negocio por tu cuenta, como una tienda o servicio de freelancing, esta configuración es simple y fácil de gestionar. Puedes contratar un pequeño equipo si es necesario, pero como propietario, eres personalmente responsable de todo, incluidos los riesgos financieros.


  • Sociedades: Surgen cuando dos o más personas comparten el trabajo, las responsabilidades y las ganancias. Esta es una gran opción si quieres asociarte con alguien que tenga habilidades complementarias. Por ejemplo, un socio podría manejar las ventas mientras que el otro se enfoca en las operaciones. Sin embargo, es importante establecer acuerdos claros desde el principio para evitar malentendidos o disputas más adelante.


  • Corporaciones y negocios grandes: Tienen una estructura más organizada, con roles y departamentos claramente definidos. Por ejemplo, podrías tener equipos para marketing, finanzas, operaciones, y más, con empleados en diferentes niveles, desde personal de nivel básico hasta gerentes y ejecutivos. Si tu empresa está creciendo y volviéndose más compleja, esta estructura permite mayor eficiencia y mejor manejo de funciones múltiples.



  1. Tipos de empresas según la ubicación geográfica


Cuando diriges un pequeño negocio, es importante entender dónde encaja tu empresa según su ubicación geográfica. 


  • Empresas locales: Atienden a una comunidad específica, como un vecindario, pueblo o ciudad. Estos negocios dependen de clientes leales cercanos y suelen incluir cafeterías, pequeñas tiendas minoristas, salones o plomeros.


  • Empresas regionales: Van más allá de una ciudad y operan en un área más amplia, como varias ciudades o todo un estado. Esto es común en negocios como marcas regionales de alimentos o proveedores de servicios especializados, donde los clientes están dispersos, pero dentro de una región específica.


  • Empresas nacionales: Operan en todo un país. Estos negocios llegan a una audiencia mucho más grande e incluyen cadenas de restaurantes, tiendas de comercio electrónico que hacen envíos a nivel nacional, o proveedores de servicios con múltiples ubicaciones en el país.


  • Empresas internacionales: Operan en múltiples países. Estos negocios a menudo exportan productos, brindan servicios de consultoría global o gestionan franquicias.



¿Por qué es importante elegir el tipo de empresa correcto?


El tipo de empresa que elijas es el plan legal para crear y operar tu empresa. La estructura que decidas determinará la propiedad de la compañía, la distribución de las ganancias, el poder de decisión, los requisitos normativos y la tributación.


Más allá de estos parámetros generales, la estructura de tu empresa afecta muchos aspectos de las operaciones diarias, como la gestión administrativa, el mantenimiento de registros y la planificación fiscal. Los bancos e inversores pueden tener en cuenta la estructura de tu empresa al decidir si te otorgarán un préstamo u otra forma de financiamiento. Además, si tu empresa enfrenta problemas legales o financieros, la estructura determinará quién será el responsable.


Por ello, es crucial reflexionar detenidamente sobre esta decisión y contar con la opinión de tu asesor financiero, abogado o contador. Aunque puedes cambiar tu empresa de un tipo de entidad a otro si las circunstancias lo requieren, este proceso puede ser costoso y llevar tiempo. Por eso, es mejor iniciar tu negocio con una estructura que pueda acomodar todo el crecimiento y los cambios que puedas prever.



¿Cómo decidir el tipo de empresa adecuada para ti?


Considera las características únicas y los objetivos de tu negocio, e investiga qué estructura se alinea mejor con tu visión. Algunas consideraciones específicas incluyen:


  • Costos iniciales, complejidad y rapidez: Cada tipo de empresa requiere un nivel diferente de inversión para establecerse.

  • Implicaciones fiscales: El tipo de empresa que establezcas tendrá un impacto significativo en tus impuestos.

  • Responsabilidad legal: Tu exposición al riesgo es un factor clave al decidir qué tipo de empresa establecer.

  • Recaudación de fondos: Algunos tipos de empresas permiten que otras personas o instituciones inviertan en tu empresa como socios o accionistas, mientras que otros no.

  • Propósito vs. ganancia: Si tu empresa u organización tiene una misión más allá de generar ingresos, podrías decidirte por una estructura que formalice esas prioridades.

  • Leyes locales: Aunque las estructuras empresariales están definidas en parte por las normas fiscales, las regulaciones locales también desempeñan un papel importante al determinar cómo puede operar tu empresa y qué entidades están disponibles.



Preguntas frecuentes sobre los tipos de empresas


¿Cuáles son los tipos de empresas más comunes?

Los tipos más comunes de empresas son: empresa individual, sociedad, LLC (Compañía de responsabilidad limitada) y corporación.

¿Cuál es el tipo de empresa más fácil de iniciar?

¿Qué es una empresa Cebra y en qué se diferencia de una Unicornio?



Conclusión


Entender los distintos tipos de empresas y sus características únicas puede ayudarte a tomar decisiones informadas como dueño de una empresa. Ya sea que estés determinando el tamaño adecuado para tus operaciones, decidiendo sobre una estructura legal o explorando formas de organizar el trabajo y obtener financiamiento, cada elección moldea el futuro de tu empresa. Al analizar cuidadosamente tus metas y el contexto específico de tu empresa, puedes construir una base que respalde el crecimiento, la sostenibilidad y el éxito. Tomarte el tiempo para explorar estas opciones garantiza que tu empresa esté bien posicionada para prosperar en su sector, adaptarse a su ubicación geográfica y satisfacer las necesidades de su mercado objetivo.

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